Tengo heridas profundas
para posar desnuda frente al espejo
Despellejar las veces que carcome
el pus del intelecto
sobre lo liviano y lo confuso
de la gente que mira el contorno
en la flacidez que absorbe la mejilla
Si supieran las veces que divago
sin voluntad sobre el vidrio
con la palma de la mano
entre la astilla y el poema -que es lo mismo-
Marina Centeno
Yucatán México