Nuestra casa la habitan dos extraños
uno va hacia la cocina
para beberse el jugo de la ausencia
por lo oscuro de los rincones
A veces se miran y les tienta el pudor
cuando todo es voraz sobre la leche
y se arrancan la ropa
desnudos de ser lo que no quieren
el rumor de la calle los envuelve
y al abrir la puerta de lo falso
se pierden como dos extraños
Marina Centeno
Yucatán México
Aprovecharé que has abierto la opción de comentarios.
ResponderEliminarTe he comentado en facebook y te comento aquí. Tus dos últimos versos me han llegado especialmente, me parecen de una profundidad inmensa.
Un abrazo.