miércoles, 5 de septiembre de 2012

Duele








I



Ha pasado el verano y primavera
y sigo en la estación de las caídas
de los árboles rojos y la incierta neblina

Se inician las soledades largas

y las estrellas gruñen sobre nuestras cabezas


II


Duele

la tristeza de las estaciones
con su silueta sorteando la penumbra

de la cama al sillón
del sillón a la mesa

Veo pasar tu nombre de un email a otro email

como paloma mensajera
en la triste ventana de un ciber café
que se disuelve en las redes de la melancolía



III


Te duele

Me duele

Nos dolemos

Seguimos escarbando sensaciones
y desentrañando advientos

El suplicio se devuelve sobre la ausencia
como duende que salta
sin más razón que perpetuarse en las letras



IV


Qué duele -preguntas- qué me duele

mientras borras mi adiós de tu bandeja



Presintámonos -aún después del adiós-
y sostén en la frente mi silencio



V

Las baldosas brillan en septiembre
cuando la sombra se perfila
porque todo el silencio es una trampa
que resbala hacia la orilla

Si regresa el email -alguna noche-

vuelve al juego del sol sobre la arena
aunque la tarde se complique en la respuesta








Marina Centeno
Yucatán México