Admito que lo nuestro
es un goteo constante en la derrota
con la página cubierta de hematomas
y el óxido en la crepitación
por eso nos detenemos a observar
como caen las hojas de los árboles
como tiembla el otoño sobre el piso
y como se estremece el recuerdo
con la misma postura de los muertos
soportando la estática y el polvo
en la estación que precisa del olvido
sin que antaño nos cueste la palabra
más que la rúbrica al sentirse solo
para mediar entre el témpano y el odio
con el delirio de los huraños y ansiosos
Marina Centeno