La muerte cotidiana inunda los inviernos.
André Cruchaga
Aún conservo latentes los sonidos
en el oscuro invierno en panoramas
de tristezas y ruidos repartidos
en cristales de frío en las escamas
Se rompieron los nidos construidos
por oníricos roces de las ramas
en cuadernos de llantos repetidos
por lugares del tiempo que proclamas
Aunque sólo me tilde este cinismo
al hacerte viral entre lo inerte
y buscarte indecisa en el abismo
donde pongo a prueba con la suerte
el poema que brilla en espejismo
y se besa a diario con la muerte
Marina Centeno
De AS-PEREZAS