Todo en mí es un estado de vigilia
estupor en la punta del sollozo
que te reclama y que se reconcilia
con las aguas del fondo de tu pozo
Un amargor de nieve que se exilia
hasta dentro de mí
sin piedad ni miedo que se auxilia
de los barrotes de tu calabozo
Todo en mí es imagen que enajena
que encarna y que secunda la deriva
donde acudo como una prisionera
a voluntad y a pliego de esta escena
de una antigua quimera instropectiva
y un rumor de reloj que des-espera
Marina Centeno
De AS-PEREZAS