Miramos el abrupto de los árboles
mecerse al compás de las esperas
sorbiendo lentamente nuestros nombres
mientras la soledad palpita
a la sombra de nuestras quimeras
...fue así como tomamos el sendero
de las hierbas altas
para vernos de cerca
repasarnos la línea de los labios
y trotar el cielo despoblado
en resquicios que el tiempo difundía
para empatar la historia del poema
Marina Centeno
Yucatán México