XVIII
Cede la pausa
en abrasión de olas que van hacia la nada
en esta superficie que no tiene final
Aquellas nubes que exprimen su trayecto
volverán desgastadas
cuando aparcan nostalgias hacia el sur
Un monte blanco se extiende entre la niebla
como las cartas que llegan de lo lejos
con su desolación empapando las tablas
Volverás –lo presiento-
Mientras llegas
los pescadores tiran la carnada
y desciende la sarta escampando la muerte
con sus viejas jornadas de quebranto
Quedan trenzados nuestros nombres
entre los humedales
y el vaho que se arrastra hacia el malecón
Marina Centeno
Yucatán México