Me hiciste bandera en tu regazo y polvo en la frente del olvido cuando París montaba sus luces y el devenir era una gota distante en el ocaso Ahora llegan las cartas con aroma a flor y madreselva y por si fuera poco tengo el cuaderno al borde de la mano para escribir poemas mientras la luna esquiva mis fracasos
Marina Centeno
Yucatán México