Ella: He visto unos peces
manejarse sin descanso
en la brevedad del cuerpo de una ola
con la espuma hacia mar adentro
Sé que prefieres nombrarme
cada una de las formas
que templa la oscuridad
cuando tus manos buscan la región blanda
en el tedio y el espejismo
donde está el hábitat de mis labios
Sé que pasará el tiempo
y crecerán las voces dentro de mí
como dardos que se incrustan
alimentando el origen del engaño
Aún despierta
sigo viendo palomas y fracasos
Él: Tu silencio es imperdonable
Marina Centeno
Yucatán México